La Voz de los Vecinos

Farmacias sin peluches ni análisis clínicos: ¿orden sanitario o exceso burocrático?

Por: Miguel Angel Saavedra Neyra

El Ministerio de Salud ha trazado una nueva línea en el mapa comercial de las farmacias.

Con la Resolución Ministerial N.º 734-2025/MINSA, el sector farmacéutico deberá limitarse estrictamente a su rubro: se prohíbe la venta de alimentos, la realización de análisis clínicos y hasta la presencia de máquinas de entretenimiento como las de peluches o videojuegos.

A primera vista, la medida parece una acción razonable para garantizar la seguridad sanitaria. Según el ministro de Salud, Luis Quiroz, la intención es actualizar la normativa y reforzar los estándares que regulan los establecimientos farmacéuticos.
El argumento oficial: evitar la mezcla de rubros que pueda poner en riesgo la manipulación de medicamentos y asegurar un entorno más controlado.

⚖️ Un propósito legítimo con un costo social

No obstante, el fondo del asunto revela una tensión entre la norma y la realidad.
En muchas zonas del país, especialmente fuera de Lima, las boticas y farmacias no son solo puntos de venta de medicamentos: cumplen un rol comunitario.

Ofrecen servicios básicos, orientaciones rápidas o pruebas simples, en lugares donde la infraestructura sanitaria del Estado aún no llega.

Eliminar de golpe esas actividades, sin ofrecer alternativas o fases de adecuación, puede convertirse en un golpe directo para los pequeños negocios.

Las cadenas farmacéuticas grandes podrán adaptarse sin mayor problema, pero las micro y pequeñas farmacias verán reducida su capacidad de sostenerse en un contexto económico ya precario.

🚫 Lo que se prohíbe

El listado es amplio: alimentos (salvo agua y bebidas con electrolitos), cigarros, ropa, muebles, plantas, productos veterinarios, e incluso servicios como consultas médicas, lavanderías, cabinas de internet, spa o masajes.

Las multas para quienes incumplan la norma ascienden a una Unidad Impositiva Tributaria (S/5,350), una suma que puede significar la quiebra de muchos locales pequeños.

💬 El debate de fondo

Más allá de la intención sanitaria, la norma plantea un dilema: ¿hasta qué punto el Estado debe intervenir en la vida comercial cuando su propio sistema de salud aún tiene brechas profundas?

La regulación es necesaria, pero sin sensibilidad social se vuelve punitiva y desigual.

🧠 Reflexión final

La formalidad no debe ser enemiga de la empatía. En un país con tantas carencias estructurales, regular sin comprender la realidad local puede agravar las desigualdades.

El reto del Ministerio de Salud no es solo dictar resoluciones, sino construir soluciones que equilibren el control sanitario con el bienestar social y económico.

Porque en el Perú, las farmacias no solo venden medicinas: muchas veces, llenan los vacíos que el Estado deja abiertos.


Comentarios


Suscríbete a nuestro Newsletter

Recibe nuestro Newsletter diariamente registrándote con tu email y mantente informado con las noticias más relevantes del día.

Suscribirme



También te puede interesar


Mas articulos

Sigue transmision gu db1ca652
Miranda e543f633

Mane b063373a

Sere2 54cc5ea1

Efemerides2 bef73a75

Champion c4530bab

Banner tpd 60151c3a

Aplicacionnueva b20fadd9 8d578dd2 67e873f6



Más leídas - Miguel Saavedra Neyra


Gaceta Ucayalina Radio - Música y Noticias
0:000:00