Padre agrede a su hijo de manera brutal

Violencia infantil en Loreto alarma a vecinos de la zona

Captan a niño siendo completamente maltratado por parte de su progenitor a orillas del rio Marañon

En la región Loreto, un hecho de extrema violencia generó consternación entre la población luego de que un padre fuera detenido tras ser grabado mientras amarraba y golpeaba a su hijo de 11 años al borde de un precipicio que colinda con el río Marañón. Las impactantes imágenes, registradas por vecinos del barrio Mozantes, muestran al menor atado con una soga y sometido a un violento castigo físico por parte de su progenitor, mientras se escuchan los desesperados gritos del niño pidiendo auxilio.El heco ocurrio el jueves 04 de diciembre,a horas de la tarde donde pudieron captar al agresor.

Lo más alarmante es que la agresión ocurrió en una zona altamente peligrosa, cerca del recreo turístico “Mar Abierto”, donde el terreno presenta desniveles y barrancos que dan directamente hacia el cauce del río. Según testigos, la soga con la que el niño estaba amarrado no parecía ser resistente, lo que incrementaba el riesgo de que pudiera romperse y provocar una caída de varios metros, con consecuencias posiblemente fatales.

Los vecinos, indignados por la escena, no solo grabaron el hecho, sino que también alertaron a las autoridades. Gracias a la difusión del video en redes sociales, el caso fue tomado de oficio por la Fiscalía del Datem del Marañón, que dispuso la detención preventiva del padre por 48 horas mientras se realizan las diligencias correspondientes. El Ministerio Público confirmó que se investiga un presunto caso de maltrato familiar, un delito que puede tener agravantes cuando se pone en riesgo la vida de un menor.

Las autoridades policiales acudieron al lugar e intervinieron al agresor, quien fue trasladado a la dependencia correspondiente para realizar las declaraciones de ley. Asimismo, profesionales de la Fiscalía y del área de protección al menor vienen evaluando el estado físico y emocional del niño, quien habría quedado en una situación de vulnerabilidad tras lo ocurrido.

Como parte del protocolo, las instituciones encargadas analizan la posibilidad de enviar al menor a un albergue temporal mientras se determina si existe un entorno familiar seguro que pueda garantizar su bienestar. También se prevé que el niño reciba atención psicológica especializada para tratar el impacto emocional derivado de la agresión y del contexto de violencia vivido.

Mientras tanto, la comunidad de Mozantes permanece atenta al desarrollo del caso, expresando preocupación por la seguridad del menor y rechazando categóricamente cualquier forma de castigo físico contra los niños. Organizaciones locales y defensores de los derechos de la infancia han pedido que se aplique la ley con firmeza y que se refuerce la vigilancia en zonas vulnerables para prevenir futuros episodios de maltrato infantil.

Este lamentable incidente ha reabierto el debate sobre la importancia de la denuncia ciudadana y sobre la necesidad de fortalecer las campañas de sensibilización contra la violencia familiar, especialmente en regiones donde los niños y adolescentes se encuentran más expuestos a situaciones de riesgo.

Fuente:RPP

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