Alarma por niña desaparecida
Niña desaparece tras naufragio en embarcación peke-peke en Atalaya
Familia y comunidad oran por niña perdida en aguas amazónicas.
Atalaya.- Una tragedia ha conmocionado a la provincia de Atalaya (Ucayali) luego de que una pequeña embarcación tipo peke-peke naufragara en el sector La Cashuera, a la altura del AA.HH. Nueva Atalaya.
El accidente fluvial ocurrió hoy a las 10:00 de la mañana y dejó como saldo la desaparición de la niña Ana Lisbeth Paucar Andrades, de tan solo seis años.
De acuerdo con los primeros reportes, el bote se hundió en cuestión de minutos, dejando a las personas a bordo en una situación desesperada. Testigos señalaron que la corriente del río en esta zona es particularmente peligrosa, lo que complicó el rescate inmediato.
Ante la emergencia, equipos de Defensa Civil, la Unidad de Control Fluvial, el Serenazgo y los Bomberos de Atalaya activaron un operativo conjunto para la búsqueda de la menor.
Las autoridades se han desplegado a lo largo de la ribera y utilizan embarcaciones especiales para rastrear el área del naufragio.
El jefe provincial de Defensa Civil precisó que las labores de rescate se mantendrán de manera ininterrumpida, con el objetivo de dar con el paradero de la niña desaparecida.
Asimismo, hizo un llamado a la población para evitar navegar en zonas de alto riesgo, especialmente en embarcaciones pequeñas como los peke-peke, que son altamente vulnerables en temporadas de creciente.
La familia de la menor se encuentra en el lugar, acompañando a los rescatistas con la esperanza de hallarla con vida.
La comunidad de Nueva Atalaya también se ha unido en cadenas de oración y apoyo solidario, reflejando la profunda preocupación que ha generado este caso.
Este lamentable incidente vuelve a poner en agenda la problemática de la seguridad en el transporte fluvial en la Amazonía peruana.
Los pobladores de Atalaya dependen diariamente de las embarcaciones menores para movilizarse, pero muchas de ellas no cuentan con chalecos salvavidas ni medidas básicas de seguridad, lo que incrementa el riesgo de accidentes fatales.
En declaraciones a medios locales, representantes del Cuerpo de Bomberos señalaron que este tipo de situaciones podrían evitarse con una mayor fiscalización y programas de prevención dirigidos a los transportistas fluviales.
Recalcaron también la importancia de que los padres extremen precauciones cuando viajan con menores de edad en ríos caudalosos.
Hasta el cierre de esta nota, los equipos de búsqueda continúan recorriendo intensamente las aguas del sector La Cashuera.
Las autoridades locales mantienen la alerta y han confirmado que no se detendrán los operativos hasta ubicar a la pequeña Ana Lisbeth Paucar Andrades.
El trágico naufragio en Atalaya ha dejado un mensaje claro: reforzar la seguridad fluvial en Ucayali es una necesidad urgente para evitar que nuevas familias sufran pérdidas irreparables.
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