Noche dura y solidaria
Tormenta detiene rescate en Iparia mientras familias resisten con esperanza
Equipos esperan buen clima para continuar búsqueda de embarcación perdida.
Iparía.- La intensa lluvia, acompañada de rayos y truenos, dejó anoche a la selva de Iparia envuelta en una situación crítica. El desborde del río Ucayali, que aumentó cerca de cinco metros su nivel, obligó a suspender las labores de rescate planificadas para recuperar la embarcación siniestrada y ubicar a las víctimas aún desaparecidas.
Según fuentes en la zona, la operación contará con una nave equipada con grúas especiales, la cual permanece lista para actuar apenas mejoren las condiciones del tiempo.
Los especialistas esperan que la mañana traiga un respiro y permita retomar el trabajo de búsqueda, en una carrera contrarreloj que mantiene a toda la comunidad en tensión.
Mientras el clima impedía avanzar, la ribera del río se convirtió en un escenario de resistencia. Periodistas, agentes policiales, equipos de rescate y familiares permanecieron en el lugar durante toda la noche, expuestos al frío y a la lluvia persistente. El cansancio es visible, pero nadie quiere retirarse. La esperanza de reencontrar a los desaparecidos sigue siendo más fuerte que el mal tiempo.
Un momento marcó especialmente a quienes se encontraban allí: un agente de la Unidad de Drones abrazó profundamente a un hombre que acababa de perder a su madre. Ese gesto, sencillo pero lleno de humanidad, refleja el dolor compartido y la empatía que sostienen a la comunidad en medio del desastre.
A pesar de la tragedia, la solidaridad ha sido un pilar en Iparia. Los propios vecinos organizaron una olla común junto a autoridades y voluntarios, compartiendo alimentos, refugio y apoyo emocional.
Esta capacidad de unirse frente al dolor inspira a quienes continúan la lucha para recuperar a sus seres queridos.
Iparia enfrenta una de sus noches más duras, pero también una de las más solidarias. El sufrimiento es colectivo, y también lo es la resistencia.
Las próximas horas serán decisivas. El equipo de rescate aguarda el primer rayo de calma. Toda una comunidad reza por que el clima dé tregua y permita continuar la búsqueda que mantiene sus corazones en vilo.
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