Séptimo día de angustia
Llegan grúas a Iparía para elevar nave hundida en séptimo día de naufragio
Operativo crucial depende del clima para avanzar búsqueda de víctimas.
Iparía.- La tragedia del naufragio de la embarcación “Deo Rigo” continúa golpeando con fuerza a las familias de Iparia, en la región Ucayali. Hoy se cumple el séptimo día de búsqueda y rescate de los cuerpos que aún permanecen bajo las aguas turbias del río Ucayali, tras el accidente fluvial que dejó múltiples víctimas y desaparecidos.
Este día podría ser crucial para los familiares, pues han llegado al puerto dos grúas especializadas, capaces de levantar la nave hundida a varios metros de profundidad.
La recuperación de la embarcación es clave para avanzar en la identificación total de las víctimas y en el cierre del doloroso proceso que mantiene a decenas de familias en angustia y espera.
Pese a que el equipo de rescate está listo para actuar, las fuertes lluvias registradas desde la madrugada complican el trabajo. La creciente del río, los vientos y la baja visibilidad representan riesgos que, por ahora, impiden el despliegue completo de la operación.
Los especialistas confían en que el clima pueda mejorar en las próximas horas para proceder con el levantamiento de la nave. Mientras tanto, las autoridades y los equipos de emergencia permanecen en alerta máxima, siguiendo de cerca las condiciones del tiempo para actuar en el momento oportuno.
En el puerto, los rostros de los familiares reflejan cansancio y profundo dolor, pero también esperanza. Nadie se aleja del lugar: permanecen día y noche acompañando el proceso, con la ilusión de que este día por fin les brinde respuestas y les permita despedirse de sus seres queridos.
La comunidad local, junto a voluntarios y autoridades, se ha unido en solidaridad para apoyar en lo que sea necesario, evidenciando la fortaleza colectiva frente a la tragedia que enluta a Ucayali.
La oración y la fe son el pilar de quienes continúan aguardando. Todos elevan sus deseos para que esta pesadilla termine pronto y que el rescate pueda realizarse con éxito, sin más complicaciones provocadas por la naturaleza.
La llegada de las grúas representa una luz de esperanza dentro de un contexto doloroso. Hoy, más que nunca, cada minuto cuenta. Las acciones que se puedan desplegar dependerán exclusivamente del clima.
Si las lluvias dan tregua, esta jornada podría marcar un antes y un después en el operativo. La comunidad entera aguarda la oportunidad de cerrar este capítulo y recuperar la tranquilidad que la tragedia arrancó de manera abrupta.
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