No llenaron vacantes
Resultados del examen de Medicina Humana en la UNAMAD generan preocupación
Aunque hubo alta demanda, ningún postulante logró superar el puntaje mínimo exigido. El caso abre un debate sobre las condiciones académicas, presupuestales y de planificación de la nueva carrera
La Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios (UNAMAD) atraviesa un momento crítico tras los resultados del primer examen diferenciado de admisión para la carrera de Medicina Humana, una especialidad recientemente aprobada y largamente esperada por la población de la región. Pese a la alta expectativa y al considerable número de postulantes inscritos, el proceso culminó con un resultado que ha generado preocupación: ningún estudiante logró ingresar.
De acuerdo con los resultados oficiales, 370 postulantes participaron en la evaluación, compitiendo por 10 vacantes. Sin embargo, ninguno alcanzó el puntaje mínimo de 350 puntos, establecido por la universidad como requisito indispensable para el ingreso. El puntaje más alto obtenido fue de 253 puntos, lo que revela una brecha de casi 100 puntos respecto al estándar exigido, una diferencia que no puede pasar desapercibida.
Este escenario deja en claro que el problema no radica en la falta de interés de los jóvenes. Por el contrario, la alta demanda confirma que existe una necesidad real y urgente de acceder a estudios de Medicina Humana en Madre de Dios, una región que históricamente ha enfrentado carencias en el acceso a servicios de salud especializados y déficit de profesionales médicos.
El resultado del examen abre, por tanto, un debate más amplio sobre la calidad del sistema educativo previo, las oportunidades de preparación académica que reciben los estudiantes y, sobre todo, la manera en que se viene implementando una carrera universitaria de alta exigencia científica y académica. La formación de médicos no puede improvisarse ni limitarse únicamente a un proceso de evaluación rigurosa sin considerar el contexto educativo regional.
A ello se suma una preocupación institucional mayor: hasta el momento, no se ha transparentado información clave sobre el presupuesto asignado para la carrera de Medicina Humana, la implementación de laboratorios especializados, la disponibilidad de campos clínicos, ni la contratación de docentes con la experiencia necesaria para garantizar una formación de calidad. Estos elementos son fundamentales para el licenciamiento, la sostenibilidad y la credibilidad de cualquier programa de estudios en salud.
Asimismo, tras conocerse los resultados del examen, la UNAMAD no ha emitido un pronunciamiento oficial que permita aclarar a la ciudadanía los criterios utilizados en la evaluación, ni las acciones que se adoptarán frente a este resultado inédito. El silencio institucional no solo genera incertidumbre, sino que también alimenta cuestionamientos sobre la planificación y ejecución de esta nueva oferta académica.
En una región amazónica donde las brechas en atención médica siguen siendo evidentes, el hecho de que ninguna vacante haya sido cubierta resulta especialmente preocupante. La apertura de la carrera de Medicina Humana fue presentada como una oportunidad histórica para formar profesionales locales comprometidos con la realidad amazónica. Sin embargo, los resultados actuales obligan a replantear si las condiciones están realmente dadas para cumplir ese objetivo.
Especialistas en educación superior coinciden en que la implementación de carreras estratégicas debe ir acompañada de políticas de fortalecimiento académico, programas de nivelación, acompañamiento pedagógico y una comunicación clara con los postulantes. De lo contrario, se corre el riesgo de convertir una oportunidad en una frustración colectiva.
Más allá de los números, este caso evidencia la necesidad de una evaluación integral del proceso. No se trata de bajar estándares académicos, sino de garantizar que existan las condiciones necesarias para que los estudiantes puedan alcanzarlos. La excelencia académica debe construirse con planificación, inversión y compromiso institucional.
El caso de la UNAMAD no solo interpela a la universidad, sino también al sistema educativo en su conjunto y a las autoridades responsables de garantizar una educación superior pertinente y de calidad. La ausencia total de ingresantes a Medicina Humana debe ser entendida como una alerta temprana, una oportunidad para corregir deficiencias y asegurar que la formación de futuros médicos responda verdaderamente a las necesidades de Madre de Dios y de toda la Amazonía peruana
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