Por Cesar Ortiz Anderson
Estamos en una coyuntura política y social complicada, la respuesta frente a ello es política, pero no se ve una correcta reacción de parte del actual gobierno. En la calle la gente tiene Justas demandas, Salud, Educación, Reactivación, Seguridad Ciudadana.
El Perú se encuentra paralizado en lo que grandes inversiones se refiere. El gobierno de Dina Boluarte, en lo poco más de medio año de gestión, no ha sabido dar el golpe de timón y el país no encuentra sol y buen viento, por el contrario, la conflictividad social va en aumento y el panorama todavía es incierto, inestable y oscuro: Los escándalos por corrupción, las protestas sociales, la crisis económica y la inseguridad ciudadana siguen siendo tema de todos los días cuando la ciudadanía necesita soluciones a los grandes problemas.
En el escenario descrito, podemos observar que el gobierno de Dina Boluarte resulta ser una continuidad del gobierno de Pedro Castillo. De toda la gente inepta y corrupta que Pedro Castillo metió al Estado, ¿Qué porcentaje ha retirado el gobierno de Dina Boluarte? Está claro que la Corrupción continúa en los tres niveles de gobierno, con una impunidad que realmente indigna. Pese al esfuerzo por fiscalizar algunos sectores como Vivienda y Salud, el actual gobierno está muy lejos de comprometerse con la lucha anticorrupción. El 80% de desaprobación de la población al gobierno de Dina Boluarte, según encuesta CPI de esta semana, traduce fielmente el sentir la ciudadanía.
En cuanto al Legislativo, la Gestión de la mayoría de los congresistas da rabia y lástima, a pulso de latrocinios y abusos se han ganado el 6% de aceptación que hoy día tienen. Me queda muy claro y es mi opinión, que hay un pacto entre el Ejecutivo y el Legislativo con el fin de quedarse hasta el año 2026 y por ello el reclamo y protesta de un pueblo harto de más de lo mismo.
¿Cuál es el camino a seguir en este entrampamiento sin salida aparente? Tenemos que sentar bases sólidas para un cambio político, con reglas claras de gobernabilidad y eso implica a los partidos políticos y el sistema electoral primordialmente. Nuestros partidos políticos deben poner una valla más alta a los políticos que quieren candidatear en las próximas elecciones, necesitamos una mejor calidad de políticos, tanto en el aspecto ético y moral así como en cuanto a la capacidad técnica y profesional en un campo específico para el desarrollo del país.
Del mismo modo, mucho se ha cuestionado al JNE y a la ONPE en su rol de autoridades electorales por permitir a postulación de candidatos comprometidos con la justicia o con antecedentes, que una vez electos como autoridades, continúan infringiendo la ley o utilizan el poder adquirido electoralmente para protegerse y permanecer impunes.
La mal llamada clase política, responsable en gran medida de la grave crisis social que atraviesa el país, no debe continuar postulando en las próximas elecciones, ni siquiera como asesores en un nuevo Congreso o en un Ministerio.
Debemos cambiar la costumbre que hemos adquirido los peruanos de aceptar candidatos sin propuestas concretas ni el conocimiento específico sobre un tema del desarrollo del país. A partir de ahora cada candidato debería explicar cuál es su tema y cómo pretende gestionarlo para el bien del País.
Si queremos que las cosas cambien para bien en nuestro país, debemos comprometernos activamente apoyando a los esfuerzos para que esto ocurra.
César ORTIZ ANDERSON
Presidente de APROSEC
Cel.:999316197 / 998160756
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